Consejo Universitario

Consciente sobre la gravedad del tema, el Consejo Universitario considera fundamental el planteamiento de iniciativas intersectoriales que contribuyan con la promoción de la salud mental. (Foto: Andrea Jiménez, CU)

El Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR) reafirmó que la salud mental es un derecho fundamental de la comunidad universitaria y un pilar medular para la garantía del bienestar de todas las personas que integran esta Casa de Enseñanza.

Por este motivo, el Órgano Colegiado, también, hizo una serie de solicitudes a la Rectoría, destinadas a mejorar y fortalecer las herramientas institucionales para la promoción y atención de la salud mental en la Universidad.

Entre las peticiones están la actualización prioritaria del Protocolo de atención integral a personas de la comunidad universitaria, con urgencias psicoemocionales; y la elaboración de un plan de trabajo para que, en coordinación con la Oficina de Bienestar y Salud, la Federación de Estudiantes, el Sindicato de Empleados, unidades académicas y oficinas administrativas, se implementen acciones sistemáticas para promover la salud mental, así como el desarrollo de propuestas para prevenir el malestar emocional y el suicidio.

Además, este Órgano pidió a la Administración que institucionalice, a partir de 2023, una semana en el mes de septiembre, dedicada a la concientización y prevención del suicidio en la Universidad.

Las medidas impulsadas no solo responden a una preocupación interna, sino que hacen eco de iniciativas que, desde hace varios años, promueven diferentes entes nacionales e internacionales. En el Informe mundial sobre salud mental, publicado en el año 2022, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud hizo un llamado a las personas, comunidades y gobiernos para que aumenten el valor que otorgan a la salud mental y se comprometan a invertir en acciones multidimensionales que garanticen el bienestar integral, individual y colectivo.

De acuerdo con esta instancia, la pandemia por la COVID-19 tuvo un enorme impacto; las tasas de trastornos mentales comunes, como la depresión y la ansiedad aumentaron en un 25% durante el 2020, sumándose a los casi 1000 millones de personas que ya sufrían algún trastorno de este tipo.

En Costa Rica, la pandemia generó una crisis de salud pública: el 32,1% de la población presentó señales de afectación intensa en su salud mental, lo que representa alrededor de un millón de personas con problemas y síntomas graves, según diferentes investigaciones realizadas en los años 2020 y 2021.

A lo interno de la UCR, el Informe del análisis de la situación de salud en la población estudiantil (2021) identificó que, de las personas encuestadas, un 85% ha experimentado, con frecuencia, ansiedad; mientras que un 41% ha tenido síntomas de depresión con regularidad. Asimismo, el estudio evidenció que un 75% de la población estudiantil que participó en la encuesta, nunca o rara vez siente emoción o alegría, entre tanto que la sensación de soledad y aislamiento se percibe, regularmente y con mucha constancia en un 56,8% de los casos.

Adicionalmente, las estadísticas de la Oficina de Bienestar y Salud evidencian que en el primer semestre del 2021 se brindaron 2257 atenciones psicológicas, tanto a estudiantes como a personal de la Universidad, lo cual demuestra un aumento con respecto al mismo período del 2020. Los motivos de consulta incluyeron: ansiedad (36%), síntomas depresivos (23%), síntomas mixtos de depresión y ansiedad (18,2%), estrés (7,4%), y problemas familiares (6,8%), entre otros.