Propuesta para incluir aprendizaje adaptativo en reglamento está en consulta
Alejandra Amador Salazar, Periodista
El estudio independiente es una valiosa modalidad del proceso educativo en la Universidad de Costa Rica (UCR) que fomenta la autoconstrucción de conocimiento y el sentido de responsabilidad. (Foto: Archivo ODI)
Con una modificación parcial al Reglamento de estudio independiente, el Consejo Universitario pretende incorporar como nueva modalidad en esta normativa el “aprendizaje adaptativo”, para ampliar las oportunidades ofrecidas al estudiantado y respaldar el proceso educativo del Proyecto de Docencia de Exámenes de Matemática (ExMa).
La propuesta se publicó en el Alcance a La Gaceta Universitaria 33-2021, con el objetivo de que la comunidad universitaria analice la reforma y remita al Órgano Colegiado sus comentarios o recomendaciones.
La Vicerrectoría de Docencia impulsó estas modificaciones con el propósito de generar soluciones a la problemática de la demanda insatisfecha de cupos en cursos-grupos y ofrecer a la población estudiantil una modalidad que se adapte al ritmo de aprendizaje de cada persona.
Estos cambios nacen como resultado de un proceso de reflexión pedagógica debido al cierre temporal del proyecto ExMa, el cual hizo posible que más de 1000 estudiantes aprobaran múltiples cursos del Departamento de Matemática Aplicada, pues su metodología permite segmentar los contenidos en dos pruebas parciales.
A pesar de estas facilidades, en mayo de 2020 se anunció su cierre temporal en vista de que la modalidad de estudio no estaba amparada por el Reglamento de estudio independiente, el cual entró a regir en el primer ciclo de ese año.
El aprendizaje adaptativo no solo reconoce las diferencias y necesidades particulares, sino que, desde una perspectiva inclusiva, considera también la diversidad existente en la población estudiantil y su relación con factores socioculturales, familiares y educativos; además, proporciona oportunidades de crecimiento e incentiva de forma positiva la continuidad del proceso de aprendizaje al ritmo propio de cada persona.
La incorporación de esta nueva modalidad en la normativa institucional traería importantes beneficios tanto para la Universidad como para la población estudiantil, entre los que destacan: variedad en los instrumentos de evaluación, apoyo a las actividades de regionalización, posibilidad de una estrategia de estudio asincrónico con sesiones para evacuar dudas, así como atención a un grupo más amplio de personas con una inversión económica menor.
Al mismo tiempo, favorecería la diversificación de horarios de clase y aplicación de pruebas, la oportunidad de fortalecer y acompañar los procesos de estudio independiente y la flexibilización del avance en el plan de estudios.