abr 4
2022

Ricardo Falla recibirá honoris causa y dará lección inaugural 2022

Caterina Elizondo Lucci, Periodista, Rectoría
Dr. Ricardo Falla Sánchez (Foto: avancso.org.gt)

Dr. Ricardo Falla Sánchez (Foto: avancso.org.gt)

La Universidad de Costa Rica (UCR) condecorará con el doctorado honoris causa al sacerdote jesuita y antropólogo guatemalteco, Dr. Ricardo Falla Sánchez, durante un acto solemne, el martes 19 de abril, a las 10:00 a.m., en el Aula Magna. En esa ceremonia él dictará la Lección Inaugural del curso lectivo 2022, titulada Al atardecer de la vida: fe, investigación y violencia.

Falla, de casi 90 años, quien es probablemente el investigador de ciencias sociales más longevo y activo de la región centroamericana, no solo ha dedicado más de cuatro décadas a la documentación y análisis de las masacres y genocidio entre las poblaciones en resistencia de Guatemala y Centroamérica, sino que además está próximo a culminar la publicación de una colección de ocho tomos con escritos inéditos sobre su vida, la historia y la memoria.

La máxima distinción de la UCR se le concede por su trayectoria como antropólogo y por sus valiosos aportes a la comprensión de estos temas desde una perspectiva testimonial y humanista.

La Escuela de Antropología de la UCR impulsó la entrega de esta distinción ante el Consejo Universitario tras acoger la iniciativa del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central, con el apoyo del Consejo Asesor de la Facultad de Ciencias Sociales. La propuesta es una forma de visibilizar los méritos y el trabajo sistemático y tesonero que realizó el Dr. Falla al recolectar y documentar los testimonios de cientos de personas mayas del norte de Guatemala, quienes padecieron la represión y la violencia a manos del ejército de ese país a principios de la década de 1980.

“La invitación a las y los estudiantes para acercarse a la obra del Dr. Falla es una iniciativa para conocer, desde la voz de las víctimas del orden social, la profundidad de los enormes retos que enfrentamos como región”, comentó Claudia Palma Campos, directora de la Escuela de Antropología.

En la presentación de la colección Al atardecer de la vida… se dice que dicha obra es un homenaje a las personas que han sentido la muerte de cerca, y que tienen una misma esperanza: vivir dignamente en su tierra. “Este doctorado honoris causa hace eco de este doble reconocimiento: a Ricardo Falla y a quienes aspiraron o aspiran a vivir dignamente”, rescató Carlos Sandoval García, director del Doctorado.

“Nos enorgullece sobremanera que nuestra casa de estudios reconozca una obra que enaltece los derechos humanos, y al mismo tiempo que sea posible difundirla entre las nuevas generaciones de estudiantes. Porque este reconocimiento sirve también para que nuevos públicos escuchen la voz potente y testimonial de las comunidades que sufren, todavía al día de hoy, la violencia, la represión y el olvido de los Estados nacionales centroamericanos”, agregó Palma.

Aportes a la comprensión de Centroamérica y la conciencia social

Sandoval comentó que el Dr. Falla ha vivido largas temporadas en El Salvador, Panamá, Nicaragua, Honduras y en su natal Guatemala, por lo que conoce “de a pie” una buena parte de Centroamérica, y muchas de sus contribuciones sustantivas permiten comprender mejor la historia de esta región.

En efecto, su labor pastoral de acompañamiento entre comunidades desplazadas se acompañó también por la investigación de campo, tanto sobre los inicios de la organización indígena campesina rebelde como sobre las masacres y la resistencia.

Esta cercanía con las comunidades le permitió conocer, por la voz de testigos y sobrevivientes, la crueldad y ensañamiento contra las poblaciones indígenas, especialmente en el departamento de Quiché, al noroeste de Guatemala, durante los años más represivos de sus gobiernos militares. En 1983, el Dr. Falla presenta el caso de una de las masacres ante el Tribunal de los Pueblos, en Madrid, y argumentando que podía tipificarse como genocidio. El gobierno de Guatemala fue condenado por este crimen.

En palabras de Sandoval, es por esto que “el trabajo de Falla ha consistido también en construir formas de institucionalidad que permiten puentes entre la investigación, la acción social, la política y la política pública”. Durante sus años de estudio en Europa, el Dr. Falla fundó con otros jesuitas el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), para realizar labor académica con conciencia social, y posteriormente se lo concibió con una perspectiva centroamericana.

La extensiva documentación y análisis de los testimonios de las múltiples masacres y desplazamientos en la región hacen del Dr. Falla una de las personas que más ha trabajado el tema del genocidio en la población indígena. Por ello, su quehacer no ha estado exento de intimidaciones, amenazas e incluso censura en la publicación de sus obras. En sus palabras, “la memoria lleva a escribir (…) la memoria, para que dure, tiene que estar sobre la lógica y el impacto de la emoción… La memoria es viva. Puro repetir hastía”.






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