UCR analizará a profundidad resultados y aprendizajes de la virtualidad en los espacios de trabajo
Alejandra Amador Salazar, PeriodistaLa Administración Superior de la Universidad de Costa Rica (UCR) tendrá tres meses de tiempo para realizar un diagnóstico sobre el uso de la virtualidad en el desarrollo de los procesos administrativos y académicos en la Institución, producto de la implementación del trabajo remoto y la virtualización de los cursos como respuesta ante la situación de emergencia por el SARS-CoV-2.
Los resultados del estudio deberán ser presentados al Consejo Universitario para que este integre una comisión que los analice y proponga acciones institucionales que favorezcan la adopción y sostenibilidad de la virtualidad en los distintos puestos de trabajo y en los procesos administrativos, estudiantiles y académicos en la gestión institucional, según admita esta modalidad.
Dicha comisión estará integrada por tres personas designadas por la Administración y tres miembros del Consejo Universitario, entre ellos la MTE Stephanie Fallas Navarro, quien la coordinará.
Desde marzo del año 2020, debido a las condiciones sanitarias que afronta el país, esta casa de estudios superiores ha venido implementando en la mayoría de sus actividades -salvo algunas excepciones- la modalidad de cursos virtuales y trabajo remoto, como una forma de resguardar el derecho a la educación y al trabajo.
Para el Órgano Colegiado es de gran relevancia conocer las acciones que se han ejecutado desde las diferentes instancias institucionales, para así definir estrategias que potencien y consoliden el desarrollo de las distintas actividades universitarias mediante el uso de las tecnologías, en aras de fortalecer el quehacer universitario mediante la virtualidad eficaz en procesos administrativos y académicos.
La UCR es consciente de que la pandemia llegó a cambiar el mundo en los ámbitos familiar, social, económico, laboral y educativo, lo cual plantea el reto de lograr un equilibrio entre la virtualidad y la presencialidad física para responder a los nuevos paradigmas sociales y tecnológicos, que posibilitan vincular buenas prácticas que incluyan la modalidad virtual como espacio de formación para la población estudiantil y de trabajo para el personal docente y administrativo.