UCR ofrece disculpa pública a quienes debieron salir de la Institución producto de la Guerra Civil de 1948
Alejandra Amador Salazar, PeriodistaMediante un acuerdo aprobado por el Consejo Universitario, la Universidad de Costa Rica (UCR), ofrece una disculpa pública a todos aquellos miembros de la comunidad universitaria que en virtud de sus ideales políticos, sociales y económicos tuvieron que marcharse de la Institución posterior a la Guerra Civil de 1948.
Según las actas resguardadas en los archivos universitarios se trata de un grupo de 22 profesores y estudiantes quienes por sus posturas o afiliación política se vieron forzados a salir de esta casa de estudios superiores, pues la Universidad no estuvo ajena a las repercusiones internas de este conflicto y a las tensiones entre las creencias, los valores y las visiones de mundo que marcarían esa época.
De acuerdo con la historiadora y miembro del Consejo Universitario Ph.D. Patricia Fumero Vargas, “un acontecimiento cardinal en la historia de Costa Rica, ha sido la Guerra Civil de 1948, tras la cual lejos de experimentarse una merma de las pugnas ideológicas por el establecimiento de un nuevo régimen político, por largo tiempo en la cultura política, pervivieron actos que evidenciaron intolerancia, discriminación, polarización, represión y violencia”.
Para el Órgano Colegiado, a pesar de que hayan transcurrido 75 años desde esos acontecimientos es oportuno contribuir a cerrar las heridas y promover los ideales del perdón y la reconciliación, ya que la UCR tiene el deber ético y moral de reconocer con espíritu crítico y autoreflexivo que visibilizar, rememorar y evaluar los hechos del pasado institucional fortalece la conciencia histórica y la memoria colectiva. Además, permite emprender acciones que aviven el respecto mutuo, la libertad de cátedra, la tolerancia y la libre expresión de las ideas en la comunidad universitaria.
Como parte de este acto reinvidicatorio, la UCR llevará a cabo una ceremonia pública con las familias de las personas afectadas y colocará una placa, en la Plaza 24 de abril, en su memoria.
E.V.,
un artista italiano que vive en Costa Rica.
Desconocía que el fundador de la Escuela de Trabajo Social -Héctor Beeche- pasó por esa lamentable situación, y en cierta forma me alegra saber que su espíritu disruptivo siguió habitando en miles de estudiantes y profesionales a lo largo de décadas.